lunes, febrero 28, 2011

(Pedazo de cielo).




Salí muy temprano esta mañana, tropezando con todo, bañándome, comiendo y alistando mis cosas, todo al mismo tiempo. Algo me distrajo: era una burbuja, como de jabón… pero no, no era de jabón precisamente. Era una burbuja muy curiosa, porque adentro, además de haber una fiesta de gatos, había una nube. Si, es verdad que era muy temprano, y cuando uno se levanta muy rápido, puede ver cosas, pero esto era real. La burbuja estaba hecha de un material que me hace recordar (todavía tengo la sensación) que voy a encontrarme con alguien a quien quiero ver desde que viví en la luna. ¿Que dirán los gatos cuando me ponga colorada? Además voy a tener el segundo corazón muy acelerado, pero al menos el primero me hará recordar que decir. De pronto una frase de una canción, o lo que se me ocurra primero como ¿por qué no nos salimos de esta burbuja de una vez? No, no puedo decir eso. Bueno, finalmente la burbuja se exploto y los gatos desaparecieron. Es algo triste eso de pensar en una burbuja, porque no tienen ni derecho ni revés.

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